La batalla contra el cigarrillo en espacios públicos, por fin tiene un gran acierto a favor de nuestros niños. Se que para más de alguien, va a ser doloroso asumir esta nueva normativa. Yo solo pienso en que ahora nuestros niños no van a estar obligados a respirar el humo del que está sentado cerca, del que pasó a su lado, o del que estuvo en su lugar antes que él. Por fin!
Y si hacemos otra lectura, ahora para muchos va a ser más fácil dar testimonio con el ejemplo y Dios mediante tengamos todos una mejor calidadde vida.
Saludos.
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